Desde el interior observan

8.2.09

Despierta la bestia

Todo comenzó con Guillótica. No por que la odiaba, si no por que se encontraba en el lugar equivocado bajo las circunstancias equivocadas. Para mí, en realidad, eran las circunstancias perfectas para iniciarme en esto que se convertiría en un vicio, en una adicción.
La segunda víctima fue Papá Noel, pero eso más que vicio y placer fue deber. El deber de liberar al mundo de su tiranía. El deber de devolverles la ilusión a todos los niñitos del mundo. Y paré mi actividad por un tiempo. No por que me hubiese arrepentido, no por que no quisiera hacerlo más. Sólo paré.
Hace poco la sed volvió de nuevo y fue la Chilena la elegida. Esta vez no usé ningún arma, sólo mis manos. Un hecho crucial. Despertó algo en mí que ahora no puede calmarse y quiere más, cada vez más… Y ahora, no puedo parar…

1 Víctimas:

Guillermina dijo...

Ayayaya, tengo miedo irracional,
porque estoy muerta!